domingo, 26 de septiembre de 2010

EL PEPINO DULCE Y SU CULTIVO


El pepino dulce o pera-melón (Solanum muricatum) es una especie originaria de la región andina, donde se cultiva hace varios miles de años. Sin embargo a pesar de sus buenas cualidades productivas, ha sido un cultivo que no se ha extendido al resto del mundo. No ha sido hasta hace pocos años cuando ha renacido el interés por este cultivo y se han iniciado intentos para introducirlo en diversos países, como Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos o España.

El fruto de pepino dulce es una baya que se puede consumir como fruta refrescante o en ensaladas, dependiendo de la variedad o del estado de madurez del fruto.
 También es posible su consumo en zumos o en postres y platos más elaborados. El fruto tiene un buen sabor y un gran aroma. En cuanto a sus propiedades nutritivas, el 90% es agua, y además es bajo en calorías y contiene un alto contenido en vitamina C.

Existen multitud de variedades y cultivares en su zona de origen, lo que da lugar a frutos de diversas formas, tamaños y colores, y plantas que se pueden adaptar a diversas condiciones climáticas y de cultivo.

 El cultivo está aún poco extendido en nuestro país,  y se utilizan cultivares de distinta procedencia, algunos desarrollados en España:
·        Sweet Long, clon seleccionado a partir de semilla obtenido por la Universidad Politécnica de Valencia. Hojas simples, lanceoladas de color verde oscuro, a menudo con la base del limbo muy arrugado. Frutos alargados y de 110-350 g de peso. Con vetas moradas, que a veces cubren todo el fruto y color de fondo amarillo.
·        Sweet Round, clon seleccionado a partir de semilla obtenido por la Universidad Politécnica de Valencia. Hojas simples, lanceoladas, de color verde oscuro. Frutos semiesféricos de entre 150 y 220 g de peso, con vetas moradas y color de fondo amarillo dorado.
Es un cultivo con unas labores relativamente sencillas que permite una fácil tecnificación y adaptación a las modernas técnicas de cultivo. Tiene pocos problemas con las plagas y enfermedades, aunque su propagación vegetativa puede conducir a problemas de acumulación de virosis.

Familia: Solanaceae
Nombre  científico: Solanum muricatum Aiton.
Planta: Perenne, pero generalmente cultivada como anual.
Sistema radical: Es muy ramificado y superficial. Puede llegar a alcanzar los 60 cm de profundidad, con el 75% de las raíces en los primeros 45 cm.
 Produce abundantes raíces adventicias en condiciones de humedad elevada. Eso hace que sea muy fácil su propagación por esquejes o pequeñas estacas.
Tallo: Herbáceos aunque con el tiempo se lignifican, sobre todo en su base. Son de color verde, aunque en algunas variedades toman tonos morados más oscuros. Su sección es redondeada, aunque también se encuentran cultivares con tallos de sección cuadrada e incluso alados.
Hojas: Suelen ser simples y lanceoladas, aunque no es extraño encontrar hojas compuestas con entre 3 y 7 foliolos. Suelen medir entre 10 y 12 cm, aunque pueden llegar a los 30 cm.
Flores: Hermafroditas y se encuentran en racimos, generalmente simples, aunque a veces son compuestos. Normalmente hay entre 5 y 20 flores por racimo. Los pétalos son de color blanco con vetas moradas, aunque algunos cultivares tienen flores completamente blancas y en otros las vetas cubren totalmente el pétalo. Las condiciones ambientales influyen marcadamente en la coloración y tamaño de las flores. En general pocas flores del racimo llegan a cuajar y pocas de las que cuajan llegan a desarrollar totalmente el fruto.
Las flores son autocompatibles y autógamas. En cultivo protegido la ausencia de viento e insectos polinizadores dificulta el cuajado de las flores. Por ello es necesario favorecerlo mediante el vibrado mecánico de las flores, o la utilización de hormonas.
Fruto: Baya bicarpelar, bilocular, carnosa, de forma variable según el cultivar, encontrándose tipos redondeados, ovoides y alargados. Tiene semillas, aunque hay cultivares con distintos grados de partenocarpia. Suele ser de color amarillo dorado y con vetas de color púrpura, aunque el color es variable según el cultivar y las condiciones ambientales, sobre todo la iluminación y la temperatura. En algunos casos las vetas llegan a cubrir todo el fruto. La pulpa presenta desde colores amarillo dorado a tonos casi blanquecinos.
El fruto tiene un sabor fresco y agradable, tiene un alto porcentaje en agua y es poco calórico. Tiene bajos contenidos en proteínas, fibra y minerales, con excepción del contenido en potasio, cuyos niveles son medios (Tabla nº 1). Tiene elevados contenidos en vitamina C, aunque éstos son muy variables dependiendo del cultivar, las condiciones ambientales y la forma de cultivo.
Tabla nº 1 Composición del fruto de pepino dulce
Componentes
Contenido
Perú
Chile
Nueva Zelanda
Calorías (g/100g)
26.00
25.00

Agua (%)
92.30
92.40
91.8-93.2
Proteínas (g/100g)
0.30
0.4
0.10-0.13
Carbohidratos (g/100g)
7.00
6.3
5.1-6.2
Fibra (g/100g)
0.5
0.5

Cenizas (g/100g)
0.40
0.1
0.3
Calcio (mg/100g)
30.00
21.00
2.3-3.0
Fósforo (mg/100g)
10.00
13.0
10.7-12.3
Potasio (mg/100g)

117.0
115-123
Hierro (mg/100g)
0.30

0.20-031
Sodio (mg/100g)

1.0
0.76-2.3
Azufre (mg/100g)


3.4-4.0
Vitamina A
317.00 (U.I.)
20 (mg/100g)

Vitamina B1 (mg/100g)
0.04
0.09

Vitamina C (mg/100g)
29.70
26.0
48-68
Semillas: Arriñonadas y de pequeño tamaño (un gramo contiene entre 600 y 900 semillas), a veces son aladas. El pepino dulce es una especie muy heterocigota y la reproducción por semillas da planta poco homogéneas, por ello no se utiliza como forma de propagación, pero sí en los planes de mejora genética.
 El pepino dulce es una planta que se cultiva en zonas de clima benigno, algo húmedo y con temperaturas moderadas, siendo muy adecuadas las zonas cercanas al mar.
 Es una planta sensible a las heladas, aunque el daño depende de la temperatura alcanzada. Heladas suaves dañan la planta, pero ésta se recupera, aunque se produce un retraso en la producción. Heladas más fuertes pueden producir la pérdida total de la planta. Temperaturas menores de 10-12 º pueden afectar el desarrollo de los frutos.
Los vientos cálidos y secos pueden dañar el desarrollo vegetativo normal. Los vientos fuertes también pueden dañar la planta, por lo que si se cultiva al aire libre en zonas donde sean frecuentes es necesario utilizar setos o mallas cortavientos.
Requiere suelos bien drenados y sueltos, aunque no tiene problemas debidos al exceso de humedad o al encharcamiento del suelo, siendo más resistente que el tamarillo (Cyphomandra betacea) o el tomate. En general no tiene restricciones importantes en el tipo de suelo y probablemente su nivel de exigencias debe ser similar al requerido por el pimiento (Capsicum annum L.).


La forma más utilizada para la propagación del pepino dulce es la vegetativa, dada la gran facilidad que tiene esta especie para producir raíces adventicias. Se utilizan esquejes semileñosos de 10-20 cm de longitud, que conviene obtener de plantas vigorosas y productivas con un buen estado fitosanitario. Estos esquejes pueden plantarse directamente en terreno definitivo, o utilizar previamente un sustrato para enraizado. Este último sistema es conveniente cuando se va a plantar en suelos pesados, o para acortar el ciclo de cultivo.
La reproducción por semillas se utiliza poco debido a que en general las plantas de pepino dulce son muy heterocigotas y la descendencia que dan es muy variable, tanto en tipos de hojas, formas y colores de los frutos y en sus cualidades organolépticas. A este problema hay que añadir las dificultades que tienen las semillas de algunos cultivares para germinar, necesitando condiciones especiales (algunas necesitan cultivo in vitro) y dando un desarrollo muy lento.
El pepino dulce puede cultivarse durante todo el año en climas templados, excepto en periodo de heladas, las cuales pueden dañar seriamente el cultivo.
En Chile se cultiva todo el año, recolectándose desde enero hasta agosto, dependiendo de la zona. En Perú también se cultiva durante todo el año, realizándose plantaciones principalmente entre diciembre y febrero o entre marzo y junio. Esto supone que las principales cosechas se obtienen entre mayo y febrero.
En Australia y Nueva Zelanda el ciclo de cultivo al aire libre está limitado por el periodo de heladas, realizándose plantaciones a primeros de noviembre y cosechándose entre enero y mayo. El uso de invernaderos ha permitido que el pepino dulce pueda ser cultivado en otros ciclos de cultivo y alargar el periodo de comercialización.
En Europa el cultivo se realiza principalmente bajo invernadero. En España, en las regiones mediterráneas se pueden distinguir dos ciclos de cultivo. El ciclo de primavera-verano con plantaciones a principios de enero y mediados de febrero y recolección entre mayo y julio. El otro ciclo es de otoño-invierno y se realizan plantaciones entre julio y septiembre y recolecciones entre enero y mayo. 
La forma más normal de cultivo al aire libre es sin ningún tipo de poda o utilizando algún tipo de entutorado. Dependiendo del sistema que se utilice se sugieren distintas separaciones entre plantas. En Chile se recomiendan marcos cuadrados de 0.8 a 1 m2. En Perú se disminuye el número de plantas por unidad de superficie con marcos de 1.0-1.5 x 1.0-1.8 m. En Australia y Nueva Zelanda se sugieren menores distancias dentro de las filas (0.3-0.6 m) y mayores entre filas (1.5-2.0 m).
Para evitar las pérdidas de calidad, producidas por el contacto de los frutos con el suelo se puede utilizar el acolchado  o bien utilizar distintos sistemas de entutorado. Un sistema utilizado al aire libre consiste en guiar los brotes entre alambres colocados horizontalmente a diferentes alturas. Las plantas se colocan entre 0.3 y 0.6 m dentro de fila y una separación  entre filas de 1.5 a 2 m.
En cultivo bajo invernadero se recurre normalmente a sistemas de entutorados a 3 ó 5 guías, que al mejorar las condiciones de aireación e iluminación dan frutos de mayor calidad, facilitando también las labores de cultivo. Este sistema tiene los inconvenientes de competencia entre racimos y una mayor necesidad de mano de obra para las labores de poda.
El sistema radical del pepino dulce es muy superficial, por lo que es conveniente mantener una humedad adecuada en el suelo, aunque el pepino dulce es una planta tolerante al déficit hídrico.
En Chile se recomienda regar cada 15-25 días evitando un exceso de agua que favorezca demasiado el desarrollo vegetativo en detrimento del desarrollo de los frutos. Un exceso de riego también puede producir aborto floral. El pepino dulce responde muy bien al riego localizado, ya que mantiene mejor la humedad del suelo.
El pepino dulce se considera una especie poco exigente, con la cual es posible obtener buenas cosechas en suelos pobres. Sin embargo es una planta que responde bien al abonado, aumentando de forma importante los rendimientos. El pepino dulce responde muy bien al abonado nitrogenado, pero esto puede desarrollar en exceso la vegetación, la cual compite así con la fructificación.
 Tabla nº 2 Extracciones del cultivo en un ciclo de cultivo de 250 días
Nutriente
Hojas
Tallos
Frutos
Total
N (kg/ha)
125.2
48.4
36.6
210.2
P2O5 (kg/ha)
27.8
17.5
16.8
62.1
K2O (kg/ha)
136.8
121.9
78.7
337.4
En la tabla nº 2  puede verse las extracciones del cultivo en un suelo fértil, con un ciclo de cultivo de 250 días. Estas extracciones son elevadas, pero fueron realizadas en un cultivo sin ningún tipo de poda o entutorado, lo que hizo que el crecimiento vegetativo fuera mayor, y elevó las extracciones de nutrientes. Si consideramos las extracciones de los frutos solamente, éstas son sensiblemente inferiores.
Las recomendaciones de abonado varían según la zona. En Chile se recomiendan no más de 50 kg/ha de N y entre 10 y 15 t/ha de guano. En Perú se recomiendan 150-180 kg/ha de nitrógeno, 120-140 kg/ha de P2O5 y 110-130 kg/ha de K2O, mezclado con estiércol. En Australia y Nueva Zelanda se recomiendan 160 kg/ha de N, 130 kg/ha de P2O5 y 130 kg/ha de K2O,. En Canarias se recomiendan dosis de 237 kg/ha de N, 90 kg/ha de P2O5 y 312 kg/ha de K2O.


El pepino dulce produce frutos de forma escalonada, por lo que los rendimientos son función de la duración del ciclo de cultivo, de la longitud del periodo de recolección, las condiciones climáticas, labores de cultivo y del cultivar utilizado.
En Perú se citan rendimientos entre 18 y 25 t/ha, en Chile varían entre 11 y 38 t/ha, en Nueva Zelanda entre 35 y 60 t/ha y en España en cultivo bajo invernadero y entutorando se han llegado a conseguir 100 t/ha, siendo los rendimientos normales entre 40 y 70 t/ha.
Los frutos de pepino dulce se conservan bien durante más de 15 días a temperatura ambiente si están libres de golpes o daños en la piel. Si descendemos la temperatura de conservación a 5º se puede alargar este periodo a más de 70 días, aunque en todos los casos hay que tener en cuenta la variabilidad que existe entre cultivares. Durante el periodo de conservación el fruto sufre cambios, tanto externos como internos, pero suelen ser poco importantes, y dependen del estado de madurez del fruto, el cultivar y las condiciones de conservación.
Diversos hongos pueden afectar a los frutos de pepino dulce en el almacén y habiendo sido citados Alternaria solani, Botrytis cinerea y Penicillium sp.
Las temperaturas por debajo de 0º pueden producir pardeamientos y ablandamientos de la pulpa. También a veces se produce una descomposición interna cuando frutos sobremaduros son almacenados por largos periodos de tiempo.
El pepino dulce se consume principalmente como fruta fresca, aunque hay cultivares que se consumen en ensalada como el pepino (Cucumis sativus L.). En otros cultivares el uso depende del momento de recolección. Si se recolecta precozmente se utiliza en ensaladas, y si se recolecta una vez maduro se consume como fruta fresca.
Algunos cultivares tienen frutos muy aromáticos, lo que los hace muy aptos para la preparación de macedonias u postres elaborados. También se incluye en diversas recetas para salsas, sopas u otros platos. El pepino dulce también puede ser utilizado en la elaboración de helados, conservas o enlatados. La utilización del pepino dulce para elaborar zumos tanto solo como mezclado con otras frutas también ha sido descrita.
Otro uso para el pepino dulce, puede ser como planta ornamental y algunos cronistas le atribuyeron ciertas propiedades medicinales.

El pepino dulce es atacado por diversas plagas, pero su elevado vigor le permite recuperarse incluso de ataque intensos, por ello es capaz de soportar elevados niveles poblacionales sin excesivos daños.
La mayoría de las plagas que atacan al pepino dulce son muy cosmopolitas y aquí pasamos a citar las más importantes:
· Araña roja (Tetranychus urticae)
Es una especie muy polífaga que ataca a numerosos cultivos en todo el mundo. Suele atacar en tiempo cálido y seco, siendo muy problemática en cultivos protegidos.
-         Síntomas
Punteaduras en el haz de las hojas, que amarillean con el tiempo. Si el ataque es intenso aparecen telarañas y provoca la caída de hojas, e incluso puede llegar a atacar los frutos.
-         Control
Existen diversos acaricidas capaces de controlarla como amitraz, dicofol + tetradifón, hexitiazox y azoziclotin. Es importante no utilizar siempre el mismo producto para evitar la aparición de resistencias.
· Pulgones
Diversos pulgones son capaces de atacar al pepino dulce y producir importantes daños.
-         Síntomas
Pican las hojas y los brotes para succionar el floema, debilitando la planta. La melaza que segregan es un medio ideal para el crecimiento de hongos como la negrilla (Cladosporium sp.) y además son vectores de varias virosis.
-         Control
Conviene tratar al inicio del ataque, antes de que la población crezca hasta niveles difíciles de controlar. Algunos productos que se pueden utilizar son pirimicarb, endosulfan y malation.
· Moscas blancas (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci)
Es una plaga frecuente en los invernaderos, ya que necesita temperaturas altas para su desarrollo.
-         Síntomas
Produce amarilleamiento de hojas al alimentarse, segrega melaza, donde crece la negrilla y es transmisora de diversas virosis.
-         Control
Productos como buprofecín son eficaces contra las larvas y otros como imidacloprid son de acción más general.
· Escarabajo de la papa (Leptinotarsa decemlineata)
Ataca principalmente a la papa, pero ocasionalmente ataca el pepino dulce.
-         Síntomas
Las larvas y los adultos se alimentan de las hojas y los brotes, pudiendo llegar a defoliar la planta entera.
-         Control
Hay que tratar antes de que se extienda mucho, ya que es muy voraz. Productos como carbosulfan, triclorfon o fenvalerato son bastante eficaces. La colocación de plantas de papa como cebo podría ser un método de control alternativo.
· Mosca minadora (Liriomyza trifolii)
Plaga muy polífaga y peligrosa que en climas fríos sólo se encuentra bajo invernadero.
-        Síntomas
La larva realiza galerías en las hojas bajo la epidermis, afectando su capacidad fotosintética y debilitando la planta.
-         Control
Productos como abamectina, ciromazina o acefato se han mostrado eficaces.
· Orugas comedoras de hojas (Chrysodeixis chalcites, Plusia chalcites y otras)
Las orugas de diversos lepidópteros atacan ocasionalmente el pepino dulce.
-         Síntoma
La oruga se alimenta con gran voracidad de las hojas, y puede causar grandes daños.
-         Control
Los productos recomendados son metomilo, Bacillus thuringiensis y alfacipermetrin.
· Mosca del pepino (Rhagoletis ochraspis)
Es una plaga muy importante en Chile (Alvarado, 1982; Bravo y Arias, 1983)
-         Síntomas
Las larvas penetran en el fruto, alimentándose de él depreciándolo totalmente.
-         Control
Hay que tratar antes de que la larva penetre en el interior del fruto con productos como el metomilo, triclorfon o metil azinfos.
· Polilla de las solanáceas (Symmetrischema plaesiosema)
Plaga ocasionalmente importante en Chile y Australia
-         Síntomas
Las larvas atacan los tallos y a veces los frutos, dañándolos gravemente.
-         Control
Se recomiendan metomilo, triclorfon o metil azinfos para su control.



Las enfermedades no víricas no tienen gran importancia en el pepino dulce, aunque en zonas húmedas y lluviosas se pueden producir algunos ataques de diversos hongos, como:
· Alternaria spp.
Se ve favorecida por los periodos húmedos cortos seguidos de periodos secos y se extiende principalmente por las salpicaduras de la lluvia.
-         Síntomas
Produce manchas necróticas redondeadas en las hojas, y si el ataque es intenso la planta puede quedar defoliada.
-         Control
Productos como mancozeb, clortalonil y compuestos cúpricos se han mostrado eficaces.
· Mildiu (Phytophthora infestans)
Se dan con humedades muy altas y temperaturas templadas. Se transmite por el viento y la lluvia.
-         Síntomas
Produce manchas negruzcas en las hojas, y pudriciones húmedas en los frutos.
-         Control
Tratamientos preventivos son recomendables en zonas de ataques frecuentes. Se pueden utilizar productos cúpricos, mancozeb, clortalonil o fosetil-Al.
· Fusiarosis (Fusarium spp)
Enfermedad muy importante en Chile
-         Síntomas
Produce el marchitamiento de la planta al destruir los haces vasculares.
-         Control
Desinfección previa de los esquejes con captan o tiobendazol.
Las virosis tienen especial incidencia en el cultivo del pepino dulce, ya que se propaga de forma vegetativa. El mejor medio de lucha contra los virus es utilizar material sano y evitar el contagio. Entre las virosis más importantes que afectan al pepino dulce cabe citar:
· Virus del mosaico del tomate (Tomato mosaic virus, ToMV) y virus de mosaico de tabaco (Tobacco mosaic virus, TMV)
Causan pérdidas muy graves y se transmiten principalmente por medios mecánicos. El hombre es el principal vector al realizar las labores de cultivo.
-         Síntomas
Produce manchas necróticas en hojas y frutos.
-         Control
Utilizar material sano y evitar el contagio.
· Virus del bronceado (Tomato spotted wilt virus, TSWV)
Es un virus muy polífago que es transmitido por trips, principalmente Frankliniella occidentalis. No suele producir grandes daños en pepino dulce.
-         Síntomas
Produce manchas bronceadas en hojas, anillos necróticos en brotes.
-         Control
Utilizar material sano y evitar la entrada del vector son los mejores métodos de lucha.
Además de estas virosis, que parecen ser las más importantes en nuestra región, en otros países se han detectado infecciones debidas a otros virus, aunque no se han descrito los daños que producen: PLRV (Potato leaf roll virus), PVX (Potato virus X), PVY (Potato virus Y), AMV (Alfalfa mosaic virus) y CMV (Cucumber mosaic virus), los cuales se transmiten por áfidos y el PepMV (Pepino mosaic virus), que origina un mosaico amarillo en las hojas jóvenes y se transmite mecánicamente.
Más recientemente se ha descrito la infección por un viroide, el PSTVd (Potato spindle tuber viroid), el cual se transmite por polen y semillas. Sin embargo, al igual que en el resto de los casos, no se han descrito los síntomas ni los daños que causa.
 La lucha contra las enfermedades viróticas es difícil, ya que no existen por el momento tratamientos aplicables en campo para su eliminación. Sin embargo, se pueden seguir algunas prácticas que eviten la infección o, lo que sería ideal, utilizar resistencia genética.
Entre las prácticas de cultivo que pueden evitar o retrasar las infecciones se encuentra la utilización de material sano para la propagación, la lucha contra los vectores, la desinfección de herramientas, etc.
Se ha señalado la recuperación de material infectado por PLRV mediante cultivo de yemas axilares combinado con termoterapia o quimioterapia. En Chile se ha conseguido recuperar plantas libres de PVX y PVY mediante termoterapia de plantas durante 45 días a 38º y posterior cultivo in vitro de yemas axilares con un virostático (Ribavirin).

Las malas hierbas no suelen ser un problema en el cultivo del pepino dulce cuando éste se cultiva de forma rastrera, ya que la planta ocupa el terreno evitando el desarrollo de otros vegetales. Sin embargo en los primeros estados de desarrollo es necesario realizar labores contra las malas hierbas, ya que la plántula de pepino dulce compite mal. En la región andina se suelen hacer escardas manuales o mecánicas, entre 2 y 10 labores por ciclo de cultivo dependiendo de la zona.
La utilización de herbicidas no está muy extendida, y hay poca información sobre cuales son los mejores a utilizar. En Canarias (Anónimo,1997) se recomienda utilizar trifluralina (0.5-0.75 kg/ha) en preplantación y metribuzina (0.5 kg/ha) en postplantación.
Se han citado la aparición de ataques de cuscuta que pueden ocasionar daños importantes al cultivo.

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