martes, 28 de septiembre de 2010

Agricultura e inversión protegidos

La agricultura protegida es una tendencia que ha modificado las formas de producir alimentos y que genera múltiples ventajas para los productores del campo.



Cultivos agrícolas fuera de su ciclo natural y en menor tiempo, capaces de enfrentar con éxito plagas y enfermedades, con mejores rendimientos en un espacio reducido, sanos y con un mejor precio en los mercados, es posible obtenerlos a través de la agricultura protegida.

Una de las tecnologías más conocidas que engloba este concepto son los invernaderos, pero también incluye túneles, microtúneles, casa sombra, cubiertas de plástico, acolchados plásticos, mallas, pantallas térmicas, mallas de diversos tipos o cortinas rompevientos.

Los cultivos hortícolas y ornamentales –apuntan especialistas de la Universidad Autónoma de Chapingo—experimentan una tendencia cada vez más marcada a obtener producción anticipada o fuera de estación y en condiciones diferentes a aquellas en las que tradicionalmente dichos productos se cultivaban a campo abierto, lo cual ha creado la necesidad de usar diversos sistemas y estructuras de protección de los cultivos para forzar su desarrollo. Esta actividad se conoce como agricultura protegida.

Además de las ventajas agronómicas, el empleo de la agricultura protegida permite a los agricultores obtener mejores precios por sus productos agrícolas, ya que pueden producir fuera de temporada. Esto se traduce, evidentemente, en un mejor ingreso. 

La necesidad de producir alimentos en forma más rápida y eficiente, protegiéndolos de los daños que generan climas extremos, son aspectos fundamentales para el surgimiento de la agricultura protegida.

Existen diversos factores que inciden sobre los cultivos cuando se desarrollan a campo abierto --señalan los agrónomos--, que dan como resultado bajos rendimientos. Entre éstos se encuentran baja fertilidad del suelo, enfermedades, plagas, competencia con otras plantas, condiciones climáticas poco favorables como falta de agua, bajas o altas temperaturas, así como métodos y técnicas inadecuadas de cultivo.

  La agricultura protegida implica el uso de métodos y estructuras que permiten brindar a los cultivos condiciones favorables para su desarrollo, lo cual se traduce en altos rendimientos.

Los elementos enfocados a proteger cultivos son diversos. Los acolchados y cubiertas flotantes se emplean para cubrir terrenos agrícolas con cultivos; las cubiertas de mallas para disminuir luminosidad y evitar el daño de insectos y granizadas y los mini invernaderos o micro túneles para plantas y regiones con necesidades específicas.

Los invernaderos actuales cuentan con dispositivos automáticos y equipos para controlar los principales factores climáticos, volumen de riego, nivel de fertilizantes o humedad, por ejemplo.

No obstante las múltiples ventajas que brinda la agricultura protegida, en todos los casos se debe completar con sistemas eficientes de riego, así como cuidados y prácticas de cultivo apropiadas a cada cultivo.

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