jueves, 26 de agosto de 2010

VIRUS EN CULTIVOS HORTÍCOLAS INTENSIVOS


1. CONCEPTO E IMPORTANCIA

Las pérdidas que producen los virus en la agricultura, son cuantiosas. Se estima que las virosis han llegado a producir pérdidas de muchos miles de millones de pesetas, en cultivos protegidos.

En general, los virus provocan un descenso en la fotosíntesis, disminuyen la cantidad de hormonas de crecimiento, descienden el nivel de nutrientes en la planta y aumentan la respiración.

Pero... ¿ que son los virus ?.

Son nucleoproteínas de tamaño miles de veces inferior a un milímetro, capaces de invadir células vivas y multiplicarse dentro de ellas, causando diversas enfermedades que se conocen como virosis. Los animales, los vegetales, los hongos, etc., padecen los ataques de los virus. En los seres humanos causan multitud de males, desde un simple catarro hasta el SIDA. Se conocen más de 2.000 virus diferentes, de los cuales un 25 por ciento afectan a los vegetales; son los que se conocen como fitovirus.
La mayoría de los fitovirus no suelen ser específicos. Es decir, uno de ellos puede atacar a distintas especies vegetales, y cada una de éstas puede sufrir el ataque de varios virus diferentes.
Todos los virus que infectan a las plantas, constan por lo menos de un ácido nucleico y una proteína que envuelve a este. Las formas de los virus son muy variables. Existen virus alargados, en forma de filamento sinuoso, virus en forma de varilla rígida, virus baciliformes y virus poliédricos.

2. TRANSMISIÓN.
Los virus se pueden transmitir de una planta a otra por propagación vegetativa, es decir, injertos, esquejes, etc., por transmisión mecánica provocadas por herramientas agrícolas como tijeras de podar, por semillas, por polen, pero sobre todo por insectos.
Los insectos, son sin duda los vectores de fitovirus más eficaces. Los insectos vectores más importantes son los chupadores.

Los virus transmitidos por insectos se clasifican en persistentes y no persistentes. Los virus no persistentes se transmiten en las piezas bucales de los insectos (estiletes en el caso de los chupadores), donde pueden permanecer viables desde pocos minutos, hasta varias horas.
Los virus persistentes, en cambio, pasan al interior del insecto y de ahí a la saliva, para ser inoculados a otros hospedantes. A veces, algunos virus pueden multiplicarse dentro del vector. Los virus no pasan de una muda a otra, ni de la madre al huevo.

3. TIPOS DE VIRUS

El virus de la cuchara (TYLCV) apareció por primera vez en Italia en 1988, y debe su nombre a que los foliolos presentan un aspecto encorvado, semejante a una cuchara.
Este virus se transmite con buena eficiencia por poblaciones de mosca blanca, del tipo Bemisia tabaci. Existe otra mosca blanca también frecuente en los invernaderos, Trialeurodes vaporariorum, pero no parece que sea vector del virus de la cuchara.

Tanto las larvas como los adultos de Bemisia, son capaces de adquirir el virus de las plantas infectadas durante la fase de alimentación, que de cualquier modo, no debe tener una duración inferior a 15 o 30 minutos.

Después de la adquisición del virus por parte del insecto, sigue un período de latencia de 17 a 21 horas durante el cual el insecto no está en condiciones de transmitir el virus, ya que está invadiendo su sistema circulatorio. Posteriormente, el vector está en condiciones de transmitir el virus durante unos 30 días, es decir, durante toda la vida del adulto.

El virus de la cuchara no puede ser transmitido mecánicamente, ni siquiera por la semilla, al menos en tomate.
Las plantas infectadas por virus de la cuchara se muestran con una talla notablemente reducida, con las yemas apicales y axilares duras. Las hojas se presentan enrolladas, pequeñas y coriáceas, con el limbo más o menos amarillento.

Las hojas que se desarrollan en la primera fase de la infección, aparecen enrolladas hacia la parte inferior de sus nerviaciones medianas, mientras que las que se desarrollan más tarde, presentan los bordes vistosamente amarillentos y vueltos hacia arriba, teniendo la planta un aspecto general de raquítica y de mata arbustiva.

El virus de las venas amarillas del pepino (CVYV), es de reciente introducción en el poniente almeriense, y afecta a todas las especies de la familia de las cucurbitáceas, como pepino, melón, calabacín y sandía. Está extendido por todo el mediterráneo oriental; Israel, Valle del Jordán y Turquía.

En las hojas se observa un amarilleamiento de las nerviaciones o de las venas, que le da nombre al virus. Dependiendo del momento de la infección, estos síntomas pueden presentarse de forma general por toda la planta, así como un menor desarrollo de la misma.

En frutos de pepino se produce un mosaico verde claro o verde oscuro.

Este virus se transmite también por Bemisia y se ha señalado una baja efectividad por parte del insecto, necesitando un número de 15 a 20 insectos por planta como mínimo, para la transmisión de este virus. Artificialmente puede ser transmitido de forma mecánica, de forma poco eficiente, pero posible.

Otro virus que se produce con mucha frecuencia en el pepino, es el virus del amarilleo (CuYV), en el que las hojas presentan mosaicos amarillos en las zonas internerviales, con los nervios de color verde normal. No se observan síntomas en los frutos, sólo reducción del rendimiento.

El virus de las manchas bronceadas del tomate o spotted (TSWV), se transmite mediante trips. Estos insectos además de provocar heridas en las plantas con los pinchazos que producen al alimentarse, dañan también a la planta en la puesta de huevos, ya que estos se colocan por parte del insecto bajo la epidermis del vegetal.
Este virus ataca también a tomate, y las primeras manifestaciones sintomatológicas de la virosis, son manchas anulares o redondeadas de 3 a 4 milímetros de diámetro, primeramente cloróticas y después de color pardo que aparecen en las hojas apicales.

Cuando avanza esta virosis, las plantas infectadas presentan una marcada reducción de crecimiento, y recurvado del eje principal de las hojas, hacia abajo. En las hojas basales aparecen lesiones necróticas, que pueden afectar a todo el limbo.

Los frutos de tomate presentan machas de color amarillento a parduzco, de forma redondeada o anular. Normalmente, estos frutos son de tamaño inferior a lo normal y pueden presentar deformaciones.

El spotted en pimiento, produce en las plantas atacadas enanismo, recurvado de las hojas hacia abajo, manchas anulares clorótico-necróticas en las hojas maduras, así como bronceado y necrosis en las jóvenes.
En los frutos de pimiento, aparecen manchas de color amarillento o verduzco, aisladas o confluentes de forma circular, que tienen un diámetro de unos dos centímetros. Con frecuencia los frutos presentan dimensiones reducidas y vistosas deformaciones

4. MEDIDAS PREVENTIVAS.

Los métodos de lucha que se producen en estos virus que se han descrito hasta ahora, se basan fundamentalmente en el control del vector de Bemisia y trips, y van encaminados a prácticas preventivas y culturales que prevengan o limiten la acción del vector que serían:

    * Colocación de doble malla en las bandas y cumbreras de los invernaderos, que limiten o impidan la entrada de insectos, y colocación de doble puerta en la entrada de los mismos, que estén diseñadas de tal forma que, nunca se produzca una entrada de aire en cantidades masivas al interior del invernadero, a través de la entrada al mismo.
    * Utilización de trampas cromóticas amarillas que anulen las poblaciones de insectos, y nos den en cada momento información sobre la cantidad de insectos que hay en el invernadero.
    * Vigilancia y control de la mosca blanca en estados tempranos del cultivo en semilleros, con una serie de tratamientos preventivos y curativos, para evitar la reproducción de estos insectos en la explotación.
    * Extremar las medidas de limpieza de restos vegetales y malas hierbas en el invernadero y alrededores, de forma que no sean un reservorio constante de plagas y enfermedades.
    * Utilización de variedades resistentes o tolerantes en cultivos en los que existan.

Es muy difícil matar a un virus, entre cosas porque no está vivo. La mejor manera de evitar virosis, consiste en la aplicación estricta de cuarentenas, para que la enfermedad no se introduzca en una región, y el empleo de material vegetal certificado libre de virus.
La eliminación de las plantas afectadas por virus y el control de los vectores, ayuda también a evitar males mayores.

Miguel Ángel Cervantes Flores.
Profesor Titular del Centro de F. P. Campomar

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