sábado, 14 de agosto de 2010

El cultivo de las flores de ornato: Trabajo de mujeres, negocio de hombres

Luego de tres décadas de dedicarse al cultivo de gladiolas y otras flores de ornato, Tuxpan de las Flores, en el estado de Michoacán, se caracteriza porque más del 85 por ciento de su producción está en manos de mujeres.
 
Con el trabajo arduo de estas mujeres en los invernaderos, cultivando, seleccionando, cortando y empaquetando las flores, Tuxpan dejó de producir limas para convertirse en uno de los principales exportadores de flores de ornato y cambiar su nombre: de Tuxpan de las Limas pasó a ser Tuxpan de las Flores.
 
De la superficie total de Tuxpan (13 mil 695 hectáreas), 37.25 por ciento se destina a la agricultura y 350 hectáreas (cuatro por ciento) son para cultivo de gladiola.
Desde la carretera México-Morelia, pasando Zitácuaro, los viajantes suelen recrearse con el pintoresco contraste de las naves de los invernaderos con las casas de madera donde habitan los 23 mil 959 pobladores del lugar, 52 por ciento mujeres.
 
Cultivadas con el más estricto cuidado, las flores de diversos colores y formas han pasado de ser un mero adorno de paisaje para entrar con fuerza en la competencia por el mercado nacional e internacional.
 
Como se sabe, la floricultura no es nueva en nuestro país: los aztecas enviaban a sus jardineros a buscar las flores más exuberantes, finas y hermosas para cultivarlas y perpetuar su especie.
 
No obstante, es a partir de la llegada de los españoles cuando en nuestro país se empiezan a cultivar especies desconocidas. Pero no es sino hasta el siglo veinte cuando en nuestro país la horticultura ornamental se reconoce como una actividad económicamente importante, diversificando el uso de especies e investigando su cultivo.
 
TUXPAN, LUGAR IDEAL PARA EL CULTIVO DE FLORES
 
San Felipe de Alzati, a un kilómetro de Tuxpan, es el punto principal de cultivo. Cuentan los pobladores de este lugar que, desde hace 25 años, los españoles emigrados trajeron semillas para cultivar y, entre las innovaciones que llevaron, destaca la fumigación para el bulbo. Gracias a ello se pudieron erradicar las plagas en los cultivos, aun en las temporadas malas de cosecha.
 
En 1972, continúan rememorando, llegó a este lugar un alemán de apellido Verghemn: traía la firme intención, junto con semillas de Holanda, de intentar el cultivo de flores de ornato. Con el tiempo le heredó el negocio a su hijo Dither y ahora es el más grande y donde se cultiva crisantemo y geranio, principalmente.

El invernadero de Dither Verghemn da trabajo a aproximadamente 120 individuos (en los otros tres –de los cuatro que hay San Felipe de Alzati– trabajan de diez a 15 personas), que lo mismo seleccionan, cortan y empaquetan las flores que ahí se producen.
 
Pero lo curioso es que 80 por ciento de la mano de obra es de mujeres, debido a que la floricultura –dicen los conocedores–es un trabajo delicado que requiere mano de obra femenina.
 
¿UNA ALTERNATIVA DE TRABAJO PARA LAS MUJERES?
 
Las mujeres de las comunidades de Jacarillo, Malacate, Salitre o Puerto del Obispo son trasladadas en un autobús especial hasta el invernadero donde desempeñarán una jornada de ocho horas: desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde.

Si bien es cierto que las trabajadoras de estos invernaderos cuentan con servicio médico (pues trabajan con estrictas medidas fitosanitarias por las plagas que pudieran llegar a los invernaderos) y guarderías (pues la mayoría son madres solteras), todas están expuestas a los químicos que manipulan en lugares cerrados.
 
Además, no cuentan más que de 20 minutos de descanso en toda la jornada laboral y portan uniformes de bata blanca con un número para que las identifique.
 
El salario que perciben es de 350 pesos a la semana y en las temporadas altas –que por lo general son el 10 de mayo, 2 de noviembre y 31 de diciembre–, que es cuando se requiere de más trabajo, tienen que dedicarse horas extras duplicando incluso su jornada de la semana por sólo 55 pesos más.
 
A pesar de que el presidente municipal de Tuxpan, Salvador Pérez Pérez, afirma que esta actividad no emplea a menores de edad; salvo cuando son negocios familiares, es fácil apreciar mujeres de todas las edades trabajando en los invernaderos.
 
LA LEY DE LA OFERTA Y LA DEMANDA
 
Debido a la competencia entre los productores de flor en el país, en Tuxpan cultivan también clavel, ave del paraíso y pimpinillo, lo que representa una gran oportunidad de comercio para ellos y para toda la nación; aunque el nivel de competencia se eleva con el ingreso de Colombia y Ecuador en el terreno de la exportación.
 
Aunque todo el año hay producción de gladiola, en la época de septiembre a enero se abarata el producto a 30 pesos; de tal forma que durante la temporada alta (que incluye además de las ya citadas el 15 de mayo, el 15 de junio y el 26 de julio, que es la fiesta del pueblo) el precio por gruesa (144 flores) alcanza hasta 260 pesos.

Es importante destacar que actualmente los mercados asiáticos también están en crecimiento; su consumo de flores es cada vez mayor, lo que sin duda debe ser aprovechado por nuestro país.

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