jueves, 19 de agosto de 2010

Plantines de tabaco en hidroponia

Para los pequeños productores, constituye un problema la disponibilidad de agua para regar los almácigos con regadera o cisterna. La tecnología aquí propuesta soluciona el problema de la disponibilidad de agua y proporciona una serie de beneficios adicionales ya que permite ahorrar tiempo, evita la rotura de las raíces de las plántulas y no requiere el uso de bromuro de metilo para desinfectar el suelo.

La técnica consiste en la construcción de una pileta, para lo cual previamente se nivela el suelo y se arma un marco de alambre, ladrillo o bloques superpuestos, al que se forra con plástico y se llena con agua. Sobre el agua se colocan bandejas de telgopor con sustrato y en cada celda se siembra una semilla. Para realizar el trasplante se llevan las bandejas al campo. La notable uniformidad del tamaño de las plantas y su sistema radicular hace innecesaria la selección de plantines. Las plantas obtenidas por este método se pueden plantar en forma manual o mecánica.
Contexto de uso

Debido a que se trata de una tecnología de reciente difusión, en la actualidad son pocos los pequeños productores que están produciendo plantines de tabaco hidropónicos. En la localidad de Marapa el Grupo La Colorada empleó la tecnología en el año 1998. La misma técnica tuvo mayor difusión entre los grandes productores, quienes implantaron almácigos hidropónicos para plantar 100 ha de tabaco en la zona tabacalera de Tucumán.

Las explotaciones dominantes del sector son pequeñas (no superan las 3 ha). La tenencia de la tierra varía en cada caso, existiendo propietarios, arrendatarios, y tenentes precarios. En estos sistemas productivos, el rubro principal es el tabaco y la mano de obra es familiar, ya que resulta difícil conseguir obreros experimentados que quieran trabajar en las pequeñas explotaciones. Los sistemas productivos se encuentran ubicados en el Sur de la provincia de Tucumán, en las zonas fitogeograficas del Pedemonte y la Llanura Chaco Pampeana. Las precipitaciones no superan los 700 mm anuales en régimen monzónico. Existen problemas de erosión por mal manejo del agua de riego y canales de desagüe.
Desempeño

Se destaca la mayor eficiencia de la mano de obra ya que no es necesario realizar riegos todos los días. Se logra además, un excelente sistema radicular en los plantines y se elimina el uso de bromuro de metilo.

La producción de plantines en hidroponía coexiste con la producción de plantines en almácigos convencionales, con el uso de agrotextiles, plástico perforado y riego por goteo. Además de las ventajas arriba mencionadas, el uso de esta tecnología brinda una mayor seguridad debido a la menor manipulación de productos químicos (los productos se aplican en el agua de la pileta).
Costo

Para incorporar la tecnología descripta se deben comprar bloques, ladrillos o alambre, plástico negro de 200 micrones, bandejas de telgopor, sustrato para el llenado de bandejas, semilla peleteada y plástico transparente para cobertura móvil de 70 micrones. La mayor parte de los insumos que demanda esta tecnología proviene del mercado. El valor de estos materiales es de aproximadamente 400 $/ha. El sustrato y la semilla se deben comprar anualmente y su precio es de 130 $/ha. Los plásticos de la pileta y la cobertura se deben cambiar cada 3 años, mientras que las bandejas pueden durar hasta 6 años (depende del cuidado en la manipulación). La construcción de las instalaciones para el cultivo hidropónico requiere 5 jornales/año. Una vez que los plantines han nacido, se necesita aproximadamente 1 jornal/semana para tapar y destapar los almácigos.
Resultados esperados

Los principales resultados productivos que se esperan lograr a partir de su uso son: el ahorro de jornales por eliminación de riegos diarios; un mejor uso de la superficie disponible, ya que se necesita menor extensión de almácigos por hectárea de cultivo a plantar; la calidad de los platines es mucho mayor; no se observan roturas radiculares tan comunes en los almácigos tradicionales; y se evita el uso del bromuro de metilo.

El tiempo que el productor emplea en el manejo de los almácigos tradicionales puede ser destinado a la realización de otras tareas que le pueden generar otros ingresos y/o un mayor bienestar. No obstante, no es fácil estimar esta mejora en términos cuantitativos. Resulta oportuno señalar que este sistema de producción puede servir para la producción de otro tipo de plantines. Esto permitiría realizar un mejor aprovechamiento del espacio disponible. Esta tecnología mejora la calidad de vida de la familia rural ya que disminuye el uso de energía en la producción de plantines y disminuye el riesgo al que se ven expuestos los productores debido a la forma en que se usan los productos químicos.

Esta tecnología no produce desechos indeseables ni contaminación. Al contrario, permite eliminar el uso de bromuro de metilo.
Adaptación

Es una tecnología sencilla de buena adaptación y adopción. Si bien la producción de plantines hidropónicos demanda una mayor inversión, ésta se compensa si se analizan los beneficios que proporciona.
Institución

Esta tecnología es ofrecida por la Estación Experimental Agroindustrial "Obispo Colombres".

La difusión se realiza a través de reuniones con productores, visitas prediales y cartillas especialmente elaboradas con Instituciones y Empresas como INTA, Representantes de Productores Tabacaleros, Massalin Particulares, Nobleza Piccardo y Secretaria de Agricultura y Ganadería de Tucumán. La capacitación en el manejo del almácigo es importante, ya que presenta particularidades que los distinguen de los almácigos tradicionales. En especial, en el uso de los agroquímicos preventivos que se incorporan en el agua.

Para mayor información sobre las características de esta tecnología contactar a la EEA "Obispo Colombres".


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